sábado, 24 de octubre de 2009

Delante de Ti


Estando delante de Ti, mi Señor, mi soberbia se esfuma.

Estando en Tu presencia, mi Señor, mi yo se hace tan pequeño que desaparece.

Ante Tu majestad me avergüenzo de lo que fui y quisiera esconderme,

me entristezco de lo que aún soy y sólo pienso en humillarme.

Todo esto delante de Ti, mi Señor, de nadie más, y es que nadie más lo consigue.


Porque es por Tu perdón que me puedo levantar y dar la cara.

Porque es por Tu misericordia que los demás me ven presentable,

y es que es por Tu gracia que me puedo mantener en pie.

Todo esto delante de Ti, mi Señor, de nadie más, y es que nadie más lo consigue.


Estando delante de Tí, mi Señor, lloro por mi pecado.

Estando en Tu presencia, mi Señor, me doy cuenta que soy una ruina.

Ante Tu majestad mis logros se pudren y quisiera desaparecer.

Todo esto delante de Ti, mi Señor, de nadie más, y es que nadie más lo consigue.


Porque es de rodillas cuando soy de verdad.

Porque es de rodillas, cuando no tengo que disimular.

Y es que es de rodillas, cuando Tú, mi Señor, me lavas la suciedad y me curas las heridas.

Todo esto delante de Ti, mi Señor, de nadie más, y es que nadie más lo consigue.


Estando delante de Ti, allí donde nadie me ve, es cuando mi apariencia ya no vale nada.

Estando en Tu presencia, allí donde nadie sabe de mí, es cuando Tu gracia y Tu perdón me sanan.

Ante Tu majestad, donde sólo Tú cuentas, es cuando me vistes con tu sangre y ya no ves más lo que fui.

Todo esto delante de Ti, mi Señor, de nadie más, y es que nadie más lo consigue.


Si tu que me oyes me conocieras de verdad.

Si tu que me ves supieras mis pensamientos más íntimos,

yo tendría que escapar corriendo

y no me volverías a ver jamás.


Pero tú que me oyes has de saber que allí de rodillas mi Señor ya me limpió.

Y tú que me ves has de entender que allí de rodillas mi Señor ya me sanó.

Por eso ahora con la cara limpia y brillante puedo atreverme a levantar la vista.

Y ya no me entristezco de lo que soy, y sólo pienso en exaltarle.

Y todo esto fue delante de El, de mi Señor, de nadie más. Y es que nadie más lo consiguió.

Read more
 

SEMILLA BILBAO Design by Insight © 2009-2013