domingo, 31 de octubre de 2010

Necesitamos Reforma


NECESITAMOS REFORMA




NECESITAMOS REFORMADORES


Hoy es 31 de Octubre, "El día de la Reforma". Es el día que recordamos lo que Lutero hizo en la puerta de la Catedral de Wittemberg en el año 1.517 y lo que como consecuencia trajo a la Iglesia Cristiana.


Lutero clavó sus 95 tesis y revolucionó el cristianismo. Lo limpió de adherencias seculares que lo habían hecho irreconocible y que por lo tanto ocasionaban un muy mal funcionamiento de lo que Cristo vino a traer al mundo: Su Luz. Ya no se discernía la pureza del mensaje y por lo tanto el Evangelio no cumplía su misión. Las Buenas Nuevas no se proclamaban y los "religiosos" vivían del pobre pueblo, ignorante de su necesidad y sin recursos para salir de su indigencia espiritual.


Después de Lutero vinieron otros muchos hombres que dieron sus vidas por causa del Evangelio, para que se llevaran las Buenas Noticias de la misma forma como Cristo lo había dicho y hecho. Esa misma manera en la que sus discípulos lo habían entendido y practicado, es en la que tenemos que trabajar para ser fieles a la Verdad.


Hoy también les necesitamos. Necesitamos reformadores que vuelvan al Evangelio, que limpien de porquería las verdades eternas que nos han sido dadas por Dios para que la gente descubra el misterio que ya ha sido revelado: que Cristo vive y puede transformar las vidas de las personas y que puede rehacer la tuya también aunque creas que no lo necesitas.


Reformadores que regresen al cristianismo primitivo, a la observancia sincera y sencilla de la palabra del Señor, sin la palabrería de los falsos pastores que llenan sus predicaciones de filosofías humanas y teologías que no satisfacen el corazón del hombre humilde.


Reformadores valientes que enmienden la plana a los aduladores de los hombres y que sólo buscan su propio beneficio. Reformadores que se atrevan a desenmascarar a los lobos que siempre hubo, hay y habrá y que aparentan ser dulces corderos.
Reformadores que corrijan la equivocaciones en las que algunos han metido a la Iglesia y de las que parece que no pueden salir por la cantidad de tiempo que llevan viviendo de esa forma equivocada.


Reformadores en todos los países, en todas las ciudades, en todas las iglesias, porque todas las iglesias necesitan una reforma permanente. Esa fue la divisa de la Reforma Protestante: "Ecclesia Reformata, Semper Reformanda" (Iglesia Reformada Siempre Reformándose).


Y es que el ser humano tiene una tendencia muy peligrosa a la religiosidad que hace que siga unos ritos y tradiciones espirituales para calmar su conciencia, pero eso no es a lo que Cristo vino. De hecho contra los que más peleó fue contra los hipócritas religiosos de su tiempo: los fariseos, los que parecían una cosa pero que en realidad eran otra. Contra los que se revestían de religiosidad pero que en sus vidas no reflejaban la luz de la verdad.


Deseamos con todo el corazón que el espíritu de la Reforma perviva en cada uno de los cristianos para que así siempre haya alguien dispuesto a luchar por la verdad del Evangelio.
 

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