lunes, 18 de enero de 2010

Una gran prueba

Lo titulo así a pesar de que quien me ha enviado estas palabras quiso hacerlo con el siguiente encabezamiento: "Una pequeña prueba".

Y es que no se me antoja pequeña en absoluto, es más, me parece un gran milagro que en estos días en que todo se relativiza, en que no se piensa en nada de lo absoluto, en que sólo nos creemos lo que "nos interesa", en que todo se trivializa (incluyendo las cosas más dignas que tiene el ser humano: amor, vida, sexo, dignidad, etc.), haya alguien dispuesto a hacer público su compromiso con el Señor.

Así que felicidades Pilar, te adelanto que tenemos una cita pendiente todos para el día veinte de febrero. ¡Menudo año de celebraciones! Creo que ha sido un buen comienzo de la década para ti: tu matrimonio, tu compromiso con Cristo, más lo que ha de venir. Gracias por enviarme estas palabras que seguro serán de bendición para más de uno.

Por si no te has fijado, en la foto se ven unas aves en un cielo abierto que me ha recordado el bautismo de Jesús (Mateo 3:16-17 "Y Jesús, después que fue bautizado, subió luego del agua; y he aquí cielos le fueron abiertos, y vio al Espíritu de Dios que descendía como paloma, y venía sobre él. Y hubo una voz de los cielos, que decía: Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia").

En pintura este tipo de imágenes con los cielos abiertos se denominan "rompimiento de Gloria" y supongo que es porque parece como si del cielo, descendiera la Gloria de Dios hacia los suyos. Nosotros somos como esos puntitos de la foto aparentemente insignificantes, pero de gran valor para Dios. Mateo 6:26 "Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros; y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que ellas?"

UNA PEQUEÑA PRUEBA

Hola Tony te envío estas palabras para que las incluyas en el Blog de la iglesia. Lo que más me ha costado es exponer lo que una siente y comprometerme con un acto que una vez que se realice se que no me va a dejar igual que antes, que me va a cambiar la perspectiva (Romanos 8:5-6 "Porque los que son de la carne piensan en las cosas de la carne; pero los que son del Espíritu, en las cosas del Espíritu. Porque el ocuparse de la carne es muerte, pero el ocuparse del Espíritu es vida y paz" y Juan 3:5-7 "Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios. Lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es. No te maravilles de que te dije: Os es necesario nacer de nuevo.)

Me preguntan: ¿crees en Dios? y contesto SÍ, me preguntan ¿crees que Jesús es el hijo de Dios que se hizo carne, vino al mundo y resucitó de los muertos para perdón de nuestros pecados y que todo aquel que cree en Él no se perderá y además tendrá vida eterna? y contesto SÍ. No solo contesto SÍ a éstas, sino a otras muchas preguntas.

Escucho grandes predicaciones, voy a estudios bíblicos ¡y mi corazón salta de asombro y de alegría! Me digo a mi misma: yo quiero ser como ellos, quiero ser una hija de Dios, quiero que Jesús sea mi camino, quiero parecerme a Él, quiero todo lo que Jesús hace en la vida de aquellas personas que en Él creen en espíritu y en verdad. Leo la Biblia y me declara la verdad, todo me asombra.

Tengo FE pero un día me hicieron la siguiente pregunta: ¿por qué no te bautizas? la respuesta de mi parte debió haber sido rápida y concisa, debió de brotar en mi un SÍ , sí ,sí quiero bautizarme y formar parte de la iglesia de CRISTO, pero... me callé.

Busqué en mí muchas justificaciones por no haber contestado con un sí a esa pregunta: "tengo que reflexionarlo", "estoy cansada", "es algo a no tomar a la ligera", pero un día comentaste en un Estudio Bíblico que muchas personas que tú conoces también creen en el evangelio pero que toman la decisión de no aceptarlo, de mirar a otro lado. En esos momento se me cayó un velo y vi la LUZ. Las primeras palabras que vinieron a mi mente ante tu comentario fueron: ¡qué cobardes!

Realicé ese juicio fácil hacia los demás sin darme cuenta de que esa situación pecaminosa la tenía en mí misma, todo estaba enmascarado en principios justificadores aparentemente razonables... pero gracias a ese comentario que se dijo en un momento dado y sin darle gran importancia, mi pecado salió a la luz y no se arraigó en mí. Me di cuenta de que era el compromiso con la fe y lo que eso conlleva lo que me tenia parada y engañada, tranquilizaba mi conciencia leyendo, estudiando la Biblia… pero no es eso a lo que hemos sido llamados.

La fe requiere un compromiso de obediencia sino no es fe, todo ello con pequeños pasos que, con la ayuda de Dios, uno va dando. "Como la luz de la aurora que va en aumento hasta que el día es perfecto" (Proverbios 4:18).

Yo quiero ir dando esos pasos de fe, pequeños para Dios, pero enormes para mí. Sé que con su cobijo, ayuda y fuerza lo conseguiré.

Por lo tanto a esa pregunta de ¿TE BAUTIZAS? Doy un paso al frente y contesto SÍ.

Quiero compartir un SALMO que me ayuda en mi debilidad

SALMO 23
23:1 Jehová es mi pastor; nada me faltará.
23:2 En lugares de delicados pastos me hará descansar;
Junto a aguas de reposo me pastoreará.
23:3 Confortará mi alma;
Me guiará por sendas de justicia por amor de su nombre.
23:4 Aunque ande en valle de sombra de muerte,
No temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo;
Tu vara y tu cayado me infundirán aliento.
23:5 Aderezas mesa delante de mí en presencia de mis angustiadores;
Unges mi cabeza con aceite; mi copa está rebosando.
23:6 Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida,
Y en la casa de Jehová moraré por largos días.

PILAR CUEZVA
 

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