lunes, 31 de mayo de 2010

¿Por qué no adoro a Dios?


¿Sabes el porqué no adoro a Dios?

No le adoro porque quiera que me conceda todo lo que se me ocurre.

No le adoro porque yo tenga una necesidad patológica de humillación.

No le adoro porque tenga miedo de un dios aterrador.

No le adoro porque me aburra y no se me ocurra otra cosa mejor que hacer.

No le adoro porque lo haya heredado de mis padres o de mi familia.

No le adoro porque quiera parecer bueno ante los demás.

No le adoro porque sospeche que Él necesite algo de mí.

No le adoro porque sea un dios extravagante y demande algo de lo que yo soy.

¿Sabes por qué adoro a Dios?

Adoro a Dios porque es el creador de todo el universo.

Adoro a Dios porque necesito amarle como criatura a su Creador.

Adoro a Dios porque me amó hasta extremos inconcebibles, dando su vida por mí.

Adoro a Dios porque no se me ocurre que haya algo mejor que hacer sobre esta tierra.

Adoro a Dios porque deseo hacerlo con todo mi corazón.

Adoro a Dios porque soy miserable y me dio su justicia sin merecerlo.

Adoro a Dios porque el que lo necesita soy yo.

Adoro a Dios por lo que Él es, no por lo que yo soy.

Tony Ochoa.
 

SEMILLA BILBAO Design by Insight © 2009-2013